La nieve es un meteoro poco frecuente en nuestra zona. Por ello, cuando aparece y cuaja, todo cambia. Enseguida salimos todos al monte como locos a ver nuestros parajes completamente cambiados por el manto blanco, y eso es lo que ha ocurrido este último fin de semana de febrero.
La temperatura y el viento gélido de ayer sábado 23, no hacían para nada apetecible el salir en bici. Solamente el ansia de ver esa nevada nos ánimo a dejar el confort de la calefacción y subirnos para Alpartir.
Antes de la Erilla o "Revuelta del Río" ya se veía que la cantidad de nieve era más que suficiente para dar un cambio a la sierra que ya venía padeciendo la sequía.
Estos pinos tumbados hacían presagiar que el día no estaba para senderos, pero al final, continuamos por el valle.
El peso de la nieve tumbó los zarzales y endrinos de las orillas del sendero, impidiendo el paso en más de una zona y obligando a desmontarnos continuamente para pasar por debajo como podíamos.
La temperatura por el valle no alcanzó los 0ºC en todo momento y la nieve de las ramas poco a poco entraba por zapatillas y cuello.
De tal modo, que la nieve fundida por el calor corporal volvía a helarse una vez chorreaba por los cascos.
Al final, con poca continuidad en el pedaleo llegamos a la Senda del Puerto, que al ser más abierta nos permitió avanzar dignamente.
De Nevada Algairén |
El empañamiento del objetivo de la cámara no impide ver el aspecto invernal de Mosomero, incluso el viento parecía formar pequeñas ventiscas de nieve.
De Nevada Algairén |
De Nevada Algairén |
La subida hacia la pista de Limaco fue para no olvidar, las paradas para hacer fotos nos hicieron olvidarnos del tiempo.
LA NEVADA ESPERADA