VUELTA AL MACIZO DEL POSETS: RETO PIRENAICO

Camino de Sabiñanigo podía sentir los mismos nervios que muchos otros habrán sentido no hace muchos días, cuando se dirigían a la Quebrantahuesos. Sin embargo, mañana no nos esperaban los míticos puertos de la cicloturista, tampoco cientos de aficionados a la bici y ningún dorsal. Simplemente teníamos por delante el repetir una ruta, que a todas luces, sabíamos que no iba a ser nada fácil. Llevábamos todo el invierno esperándola tras verla en el blog de Oriol y por fin había llegado el día en coincidir Javito y yo con un día de largas horas de luz y un buen anticiclón, que nos asegurase la ausencia de tormentas de las típicas tardes del pirineo.

De Posets

Poco a poco los rayos de sol entran en el umbrío Valle de Gistaín

La idea era bien clara, salir temprano y a un ritmo que sin ser lento nos llevará hasta el refugio de Estós lo más frescos posibles. Salíamos del valle cuando el sol todavía no lo iluminaba en exceso y camino de San Juan de Plan realizamos la primera variante al recorrido de Oriol. Sin darnos cuenta acortamos por un PR empedrado que sube endemoniado a la pista que sí tenemos que tomar. Así, que a menos de dos kilómetros de la furgo ya nos encontramos empujando la bici para no desgastarnos de primeras. Al poco tiempo, ya por pista, tomamos la que nos dirige al Collado de Sahún con buen trazado y piso que enseguida se hace aburrida sino fuese porque nuestras cabezas ya están pensando en lo que nos queda el resto del día.

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Collado de Sahún (2000m)

Alcanzamos el collado de Sahún en la divisoria de los valles de Benasque y Gistaín. Allí charlamos con dos pastores que chapurrean en fabla y que al vernos calzar las protecciones se interesan por nuestra ruta. Les comentamos la misma y enseguida nos preguntan, que ¿en cuantos días? Al contestar que la idea es volver esta misma tarde les entra una cara de mezcla de asombro con risas. 

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Comienza la primera bajada del día y que por mi parte ya es conocida de la Quedada de la Vieja Tronca de 2006. Una bajada primero por pista hasta enlazar con un sendero que desciende nada menos que ochocientos metros hasta el valle de Benasque. Por aquel entonces, un pajarón de los grandes me hizo bajarlo muy malamente y el recuerdo de aquel nada tiene que ver con él de ahora. El sendero no es tan díficil como lo recordaba y la buena de la Nomad se traga los pedrolos sin rechistar: Bajamos alegres hasta que una de las curvas casi matamos de un infarto a un matrimonio gállego que subía andando. Desde aquí, mil perdones de nuevo.

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El embalse-lago de Eriste

Alcanzamos el valle de Benasque y huyendo de su carretera principal, rodeamos el embalse de Eriste para almorzar en el embarcadero de piraguas. No tenemos mucha hambre pero no queremos ni siquiera llegar a sentirla. Nos queda mucho por delante, de momento más de 1600 metros de desnivel, le comento a Javito, quien ya me sugiere que ni se lo diga. Hace calor y el falso llano rodeando Benasque nos pica en el ritmo.

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Bonito tramo bajo la vía ferrata del Ixea

Ahora sí, entramos en uno de los valles más bellos del pirineo. El Valle de Estós y su frescor nos reaviva pero también nos obliga a meter todo para subir sus primeros rampones rumbo al refugio de Estós. Poco a poco, Javito comienza a echar en falta llevar mejor golpe de pedal tras sus vacaciones familiares. No pasa nada, ya me lo devolverá en otra de estás, cuando él poca piedad tendrá conmigo, pienso hacia mi mismo.

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Duras rampas con el Perdiguero (3221m)  al fondo

La subida a Estós es una clásica del valle de Benasque. Son 8 kms de subida y 700 metros de desnivel con pocos tramos de descanso que culminan en un sendero restaurado utilizado para el abastecimiento y acceso al refugio. Hoy la ruta no acabará en el refugio y por conocer la subida de otras veces voy aconsejando a Javito y dándole ánimos. No le hacen falta, el paisaje que se abre ante nosotros le basta de sobras.

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Al finalizar la pista nos entra la risa al ver que quedan 3 horas para el collado de Chistau

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El tramo de sendero sin aglomeración de senderistas es glorioso. Una subida de reto que decido subir a cero. Hace ya quince años que subí en bici por esta misma senda con una bici del "banco" de mi cuñada y no quiero hacer a menos por llevar otra de similar peso pero con mayor tecnología y complicaciones.

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Al fondo, se divisa el Collado de Chistau

Parada en el refugio a llenar los depósitos y mentalizarnos que lo que viene ahora es camino malo, es decir, la bici va a ir más en la espalda que sobre sus ruedas. A pesar de ello, en la salida del refugio aún ciclamos más de lo esperado, hilvanando tramos que no venían a cuento por la exposición de los mismos. Supongo que el vigía Posets nos iba motivando.

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Conforme nos acercábamos a la inciclabilidad, algún senderista nos preguntaba de forma incrédula si conocíamos bien a donde nos dirigíamos. Sabíamos bien que iban a ser dos horas de porteo por la información de Oriol pero nuestros cansados cerebros nos engañaban imaginando que la tortuosa subida se acababa justo encima, que aquel y no el otro, era el collado...

 

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El engaño de nuestras cabezas lo compensábamos con las referencias de 1/2 hora en 1/2 hora. No nos valen las visuales. Nos planteamos retos en tiempo y a ritmo "Everest" fuimos ganando el desnivel muy poco a poco. Javito viene cansado y a la vez con una sonrisa de oreja a oreja que delata su lado más masoquista y sufridor.

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Al final, las dos horas han pasado y ya nos encontramos en pleno collado de Chistau. Incluso pedaleamos el último tramo lo cual es un placer a 2577 m.

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En el collado, no podemos dejar de acordarnos de Martín y Oriol, quienes habían completado esta vuelta en otoño con frío y nieve y con la temida noche a punto de entrar en un descenso desconocido para ellos y que impresiona por lo majestuoso de sus dimensiones. A nuestra izquierda cerramos el Posets y al frente el Gran Bachimala (3174m) surge descomunal sobre el barranco del Cinqueta.

De Posets

De Posets

Nos calzamos las protecciones y nos empapuzamos de más gominolas que poco a poco han ido alimentando nuestra ruta. La bajada impone respeto, las caídas por estas alturas no son de fácil rescate y mi anhelo de volar algún día en helicóptero no van por esos derroteros...

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La primera parte es la más sencilla, lajas puntiagudas sobresalen del suelo y te obligan a pasar con las ruedas entre ellas con sumo cuidado, para evitar enganchones y caídas inesperadas. Luego la senda, se adapta al cerramiento del valle con pasos más aéreos y con muy malas caídas, que realizamos de forma lenta sin flow pero con el seguro de podernos bajar de la bici sin arriesgarnos demasiado.

De Posets

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Posteriormente y tras cruzar el río viene lo mejor de la vuelta. Un sendero de media ladera que, sin duda, es el más espectacular de los que podido probar. Pasos y más pasos, todos ellos muy técnicos, que sin saberlo, nos salen fácilmente a los dos, lo que unido al momento y al lugar se graban a fuego en mi recuerdo.

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Tras un éxtasis de BTT y bajo la vista total del Posets alcanzamos la base del refugio de Biadós. Vamos bien petados, pero sabemos que a pesar de poder volver a la furgo cuesta abajo sin más problemas, nos queda algo pendiente: Subir a la Balsa de Abet y acabar la vuelta con un buen final feliz, es decir, bajada trialera, a ser posible hasta el mismo punto del comienzo de la ruta. El peaje es caro y lo malo, o bueno según se mire, es que la subida la conozco de 2005 y es bastante durilla. Tras continuar bajando por senda hasta Virgen Blanca se abre la pista que fuertemente remonta 400 metros de desnivel, muchos para la altura del día y de nuestras piernas. 

Virgen Blanca en junio de 2005

Retomamos la subida mentalizados y poco a poco consumimos el día. Ahora tras bajar un par de kilómetros por pista nos queda el último tramo de senda. Un PR, que baja a San Juan de Plan, y que nosotros lo tomamos en modo automático. Conducimos la bici sin florituras como si simplemente se tratase de un mero medio de transporte hacia el final de nuestro reto. Son más de 12 horas de actividad con pocas paradas y que en las matemáticas del GPS se transforman en 3100 metros de desnivel y "solamente" 72 kms.

Un gran reto completado pero sobre todo disfrutado. No hay dorsales ni tiempos como en la QH o en los maratones de BTT como el que organizamos. Aquí es uno contra uno mismo, en un entorno que es un lujo vivir y disfrutar.

Gracias Javito por tu compañía y buenas fotos, y chapeau para Oriol y Martín por vuesta vuelta otoñal!

"Si has llegado leyendo hasta aquí es que estás muy aburrido o verdaderamente te gusta la bici de monte. Por ello, te invito a que estés bien atento. Se auguran cambios al Parque Posets-Maladeta. Su trasformación a Parque Nacional puede llevarse al traste la ciclabilidad de nuestras bicicletas por pistas y senderos como ya ocurre en el Parque Nacional de Ordesa. Tendremos que estar bien atentos a las noticias y defender nuestros derechos como colectivo bien a través de IMBA o directamente con los club de nuestra tierra. No podemos perder la posibilidad de hacer vueltas como estas y nosotros mismos tenemos que convencer a las gentes del valle y a senderistas de nuestro buen hacer"

POSETS-MALADETA PARQUE NACIONAL

Adán Martínez

Posted in pirineos, Retos