La verdad, es que ya hace algún tiempo que me rondaba la idea de conocer esta parte de Soria. Me atraían sus bosques y sus quebradas montañas.
Me fijé como comienzo de ruta el pueblo de Covaleda, población con gran tradición de gestión forestal y fuertemente vinculada a sus bosques. Y precisamente en la misma puerta del “Bosque de Urbión” comenzamos la ruta.
Empezamos a rodar por una pista que nos adentraba más y más en un extenso pinar, proporcionándonos buena sombra, y entre chistes y gracias llegamos a la fuente “La guarda” donde llenamos los camelback.
Se fueron cruzando a nuestro paso diferentes arroyos, cascadas y puentes cuyo denominador común, el agua, nos acompañaría toda la ruta en sus diferentes estados naturales.
Y llegamos al refugio de “Becedo”, a partir de aquí abandonaríamos la cómoda pista, para adentrarnos en una senda, cuyo final debería ser el refugio “Muchachón”.
Pues bien, tras comprobar el trazado en el mapa, el profundo y basto pinar, literalmente nos envuelve. La senda abarrancada y las raíces de los árboles dificultan la subida, pero al llegar a un pequeño claro podemos recobrar la respiración, se trata de la fuente “La hilandera”, esto significa que no nos hemos desviado del trazado, y que la salida de la senda, desembocando en el refugio estaba al llegar.
Una vez en él, y tras las fotos de rigor proseguimos nuestra ruta incorporándonos a la pista, pero ahora de aquí hasta la cima se transforma en un “camino de cabras” pedregoso y frío.
El ritmo de pedaleo que impone la cabeza es fuerte, puesto que “el pelao” como así llaman los lugareños al Pico Urbión ya se divisa.
Pero nos queda por ver una imagen antes de llegar, que nos impresiona a todos, a unos 2000m de altitud y a nuestra derecha aparece ante nosotros “La Laguna Helada” importantes restos geológicos que formaban el antiguo glaciar de circo, y que con sus vertientes abruptas formaron una contención de aguas.
Por fin, ante nosotros una enorme mole de piedra nos da la bienvenida, se trata del Pico Urbión (2228m). Compartimos con diversos senderistas el esfuerzo, así como hacemos los últimos metros de escalada a pie con ellos.Pero de pronto vemos como Emilio y Manolo se niegan a desprenderse de sus monturas, y suben hasta hacer cima en un alarde de poderío.
Arriba las vistas demuestran lo insignificantes que somos al lado de la naturaleza, y el importante papel que tenemos que desempeñar para conservarla. Justo en la cara riojana, vemos la laguna de Urbión y observamos las sierras de “La demanda y Cebollera”.
Empezamos a bajar y tomamos la senda justo en la cresta nevada. Al principio se hace de respetar pero conforme llegamos a la “Laguna Larga”, el terreno se suaviza.
Atravesamos una praderita y nuevamente hasta llegar al alto de la “laguna negra” sondeamos entre arroyos, pinos y algún que otro caballo salvaje. Ahora estamos sobre otro enclave natural de inmensa belleza, se trata de la “Laguna Negra”.
Ahora, nuestro objetivo es alcanzar la pista del mirador de la “Laguna Negra”, para ello pateamos con la “burra al hombro” un tramo de subida y desde aquí accedemos a dicha pista justo a los pies de la “Laguna Helada”.
Nos enfilamos hacía los refugios y enlazamos el refugio “Becedo y Muchachón” esta vez bajando y dejando que el material haga su trabajo. Tras un tramo de pista también de bajada llegamos al refugio de “Bocalprado”, cuya fuente le da su nombre.
Justo en frente de dicho refugio tenemos un pequeño raso, que nos conduce hacía un descenso por un paso de piedras a modo de puente a los pies de las cascada del río “La ojeda”. El terreno esta resbaladizo por tanta humedad y las piedras se intercalan con viejos troncos y raíces, como si con la pendiente no tuviéramos bastante.
Luego la senda se hace más ancha y asequible, pasando por zonas de árboles talados hasta llegar a la carretera de Covaled. Son estos los metros que se hacen más duros, aunque la idea de tomar unas buenas cervezas hacen que se olviden. En resumen ha sido un bonito día de “Mountain bike”.
Si las queréis descargar las fotos a 1280 x 960 px: en el álbum de Picasa
Me fijé como comienzo de ruta el pueblo de Covaleda, población con gran tradición de gestión forestal y fuertemente vinculada a sus bosques. Y precisamente en la misma puerta del “Bosque de Urbión” comenzamos la ruta.
Empezamos a rodar por una pista que nos adentraba más y más en un extenso pinar, proporcionándonos buena sombra, y entre chistes y gracias llegamos a la fuente “La guarda” donde llenamos los camelback.
Se fueron cruzando a nuestro paso diferentes arroyos, cascadas y puentes cuyo denominador común, el agua, nos acompañaría toda la ruta en sus diferentes estados naturales.
Y llegamos al refugio de “Becedo”, a partir de aquí abandonaríamos la cómoda pista, para adentrarnos en una senda, cuyo final debería ser el refugio “Muchachón”.
Pues bien, tras comprobar el trazado en el mapa, el profundo y basto pinar, literalmente nos envuelve. La senda abarrancada y las raíces de los árboles dificultan la subida, pero al llegar a un pequeño claro podemos recobrar la respiración, se trata de la fuente “La hilandera”, esto significa que no nos hemos desviado del trazado, y que la salida de la senda, desembocando en el refugio estaba al llegar.
Una vez en él, y tras las fotos de rigor proseguimos nuestra ruta incorporándonos a la pista, pero ahora de aquí hasta la cima se transforma en un “camino de cabras” pedregoso y frío.
El ritmo de pedaleo que impone la cabeza es fuerte, puesto que “el pelao” como así llaman los lugareños al Pico Urbión ya se divisa.
Pero nos queda por ver una imagen antes de llegar, que nos impresiona a todos, a unos 2000m de altitud y a nuestra derecha aparece ante nosotros “La Laguna Helada” importantes restos geológicos que formaban el antiguo glaciar de circo, y que con sus vertientes abruptas formaron una contención de aguas.
Por fin, ante nosotros una enorme mole de piedra nos da la bienvenida, se trata del Pico Urbión (2228m). Compartimos con diversos senderistas el esfuerzo, así como hacemos los últimos metros de escalada a pie con ellos.Pero de pronto vemos como Emilio y Manolo se niegan a desprenderse de sus monturas, y suben hasta hacer cima en un alarde de poderío.
Arriba las vistas demuestran lo insignificantes que somos al lado de la naturaleza, y el importante papel que tenemos que desempeñar para conservarla. Justo en la cara riojana, vemos la laguna de Urbión y observamos las sierras de “La demanda y Cebollera”.
Empezamos a bajar y tomamos la senda justo en la cresta nevada. Al principio se hace de respetar pero conforme llegamos a la “Laguna Larga”, el terreno se suaviza.
Atravesamos una praderita y nuevamente hasta llegar al alto de la “laguna negra” sondeamos entre arroyos, pinos y algún que otro caballo salvaje. Ahora estamos sobre otro enclave natural de inmensa belleza, se trata de la “Laguna Negra”.
Ahora, nuestro objetivo es alcanzar la pista del mirador de la “Laguna Negra”, para ello pateamos con la “burra al hombro” un tramo de subida y desde aquí accedemos a dicha pista justo a los pies de la “Laguna Helada”.
Nos enfilamos hacía los refugios y enlazamos el refugio “Becedo y Muchachón” esta vez bajando y dejando que el material haga su trabajo. Tras un tramo de pista también de bajada llegamos al refugio de “Bocalprado”, cuya fuente le da su nombre.
Justo en frente de dicho refugio tenemos un pequeño raso, que nos conduce hacía un descenso por un paso de piedras a modo de puente a los pies de las cascada del río “La ojeda”. El terreno esta resbaladizo por tanta humedad y las piedras se intercalan con viejos troncos y raíces, como si con la pendiente no tuviéramos bastante.
Luego la senda se hace más ancha y asequible, pasando por zonas de árboles talados hasta llegar a la carretera de Covaled. Son estos los metros que se hacen más duros, aunque la idea de tomar unas buenas cervezas hacen que se olviden. En resumen ha sido un bonito día de “Mountain bike”.
Si las queréis descargar las fotos a 1280 x 960 px: en el álbum de Picasa
El Urbión y sus Lagunas