A las 13h del último día del mes, cuando ya quedaba una hora para salir de trabajar, noto el móvil vibrar, y pienso quien será…. Mi alma se alegra cuando veo “Raúl Bici”. Sus noticias, la sierra esta nevada ¿te animas? Como no, a las 15h 30 en la Plaza de Almonacid. Inmediatamente llamo al sexo contrario, esperando que esté en casa y digo sin mucho tiempo a que ella contestara:- prepárame algo de pasta que me marcho luego con la bici. Y como su respuesta ya la sé, cierro la tapa sin dubitación alguna.
Dicho y hecho mientras espero a Raúl en la plaza ya uniformado y con los nervios a flor de piel decido tomar un café para que los macarrones se vayan digiriendo.
Salimos de las bodegas ya dando vistas a la nieve que nos espera.
Seguimos camino asfaltado decidiendo el destino, y optamos por el Cerro del Espino, lo más alto que dé la Sierra.
Siempre se nos adelanta algún vehículo
Y como diría nuestro amigo Clariana la primera cuesta es lo peor, en este caso la primera cuesta termina casi en 1200 m.
La fuente el vaso. Tenemos que empezar a pisar por la senda del turismo ya que se empieza a pegar la nieve a los radios. Y no se si pesaba la nieve en la rueda, el medio kilo de cámara de fotos, los macarrones, los Kg. de más o el despertar de las 5 de la mañana. ¿Habrá que dejar de trabajar?
Sin duda esto fue donde mas nieve había, ya llegando al cortafuegos.
Por si Raúl escribe otro libro de rutas de Valdejalón.
Llegando al Collao de los Palos, ahora pisamos las huellas de un todoterreno.
El del todoterreno tenía más tiempo que nosotros y se entretuvo en hacer el muñeco.
Pensado que la senda del cerro esté más o menos limpia la cogemos, ya que el cierzo de esta noche la ha limpiado bastante.
Ya arriba y agarrándonos a la cruz, el aire tiró la bici. Rápidamente nos calzamos las protecciones y comenzamos unos de los descensos más bonitos que seguramente veré.
Una lástima que la cámara se chupó toda batería y no pudimos hacer ninguna foto de la bajada.
Manuel Carlos Morales Sanz
Nevando por Almonacid de la Sierra