La ruta propuesta viene a darse como una clásica de los aficionados a los senderos de Algairén. Combina muchos de ellos y encima presenta un "final feliz" con la bajada desde la Cruz de Alberto, ya en término de La Almunia. Surgida del decálogo algaireño que hace un mes hicieron Lorenzo y Emilio, surgió el enlazar alguna senda más y encima salir desde casa sin coger coches y la parafernalia que eso conlleva.
Ahí va la vuelta:
La subida de La Almunia a Alpartir no tiene pérdidas, el aburrido camino agrícola nos deja en la carretera a menos de un kilómetro del casco urbano y luego ya calentados, tocan las durísimas rampas a la Plaza del Pino. ¿Para qué? Pues para bajar Valdegea (1ª Senda) que a pesar de encontrarse completamente helada en esta mañana, sigue siendo disfrutona aunque demasiado rápida para los gustos de los presentes.
Umbrías frías y solanas a gusto
Sendero Valdegea (Al fondo, el barranco y senda de Valdealagües)
De vuelta al valle, ahora toca una larga subida de 500 metros de desnivel hasta ganar el Collado de los Palos o de La Luz. Para ello, subiremos por todo el Mosomero (2ª Senda) para remontar la senda del Tío Francisco (3ª Senda) que aunque no es posible subirla entera, bien merece un pequeño pateo de poco trozo con unas inmejorables vistas al desprotegido paisaje.
Ahora toca bajar después de un buen rato de molinillo y nada mejor que probar con la Senda de Valdegarzón (4ª) que cambia de vertiente en la sierra y por lo tanto es completamente diferente. Umbría y pinar con un par de escalones trampa que obligan a ir fino ya que el paso en cuestión es bien estrecho.
Las barras de la horquilla rozan a veces con las piedras
Esta senda permite salir al cortafuegos del cuello de San Garba y así ahorrar unos cuantos metros de desnivel para enlazar con el collado de la Hermana a través de la Senda de La Lechera (5ª). Sin duda, esta senda es de las subidas más duras de la sierra y eso lo dicen los famosos pulsómetros pues a uno ya le basta con no tocar el suelo en el primer rampón.
Desde el Collado de la Hermana, las vistas al llano son perfectas, al norte vemos el interior del vallado de caza de la Atalaya en el que se distinguen claramente la vegetación más escasa por la gran densidad de de ciervos, gamos y muflones.
Estamos a 1070 metros de altitud y llega el turno de la senda de los Reyes (6ª) o mejor dicho "Camino Almonací." Un sendero que atraviesa todo el encinar enlazando las viejas carboneras hasta el valle.
La senda más pedregosa de la sierra
De nuevo en el valle, hay que comer algo pero poco porque aún queda faena y Lorenzo ya se va haciendo a la idea de la existencia del postre final...
Sendero del Puerto (7ª) para ir cerrando el bucle y disfrutar del buen sol que hacía días que no brillaba.
Las famosas curvas de la Senda del Puerto o "Apendicitis"
Cierre del bucle y comienzo de otro nuevo. Ahora a sufrir y es que la subida al Buitre es siempre dura y más cuando ya llevamos un buen tute en nuestras piernas. Nos la tomamos con calma porque el postre peligra...
El chivato de la reserva empieza a parpadear pero enseguida nos tiramos por la senda de las "Piñas" (8ª) y así engañamos al flotador del depósito. El pasito de entrada a la pista nos asusta más de lo debido y eso nos hace darnos cuenta que a estas alturas del año no estamos para tanto cohete.
Lástima de foto y de fotógrafo (je, je)
Vuelta a subir y a bajar por la senda de la Solana (9ª) ,una joya recuperada por la Asociación La Butrera y cuyo sol de atardecer se agradece ya que el termómetro empieza a caer en picado.
La senda de la Solana termina en el comienzo de otra. La Senda de Eras Hondas u Ortigas Viejas según otros pero igual de disfrutona aunque ahora más difícil por el suelo helado.
En la pista, tomamos la senda del Reguero (10ª) hasta Alpartir. Cargamos agua y comento a Lorenzo la posibilidad del postre final. Acepta en primera instancia a subir al sendero del Algeceros (11ª) ya que viene de camino y para allí que nos vamos.
Pista de Fontellas y deliberaciones finales. Llevamos muchas horas de bici y subir hasta la Cruz de Alberto no parece muy sensato. No tanto por la subida ya que a un ritmo a otro se sube, sino por la bajadita. La senda de la Cruz no acepta muchos errores y las fuerzas flaquean ...
Rumbo a la cima que las oportunidades vienen así y el día es el mejor del invierno. Al final, Lorenzo es duro de cojones, a lo largo de la subida voy viéndole trazar las zetas de la pista desde una más arriba, pensando en si dentro de 22 años podré pegarme yo también un rutón de estos en el cuerpo.
La Cruz de Alberto y la sombra de un pésimo fotografo
Bajamos despacio pero con la velocidad justa para que la bici coja "flow" y las suspensiones hagan su trabajo. Estamos en la penúltima senda o última si pensamos que Valhondo es continuación de esta. Da igual, cerramos el día con 13 senderos, 1700 metros de desnivel para arriba y para abajo y con toda la ruta tal cual la llevaba en mente. El final feliz, es este, acabar en Valdefaja y dejar caer la bici hasta La Almunia....
Adán Martínez
Adán estupenda descripción toponimica de la sierra,ademas de la narrativa que aconteció,un dia para no olvidar,sobre todo por la dureza del rulo y las condiciones climaticas
ResponderEliminarun abrazo
Lorenzo.