Tras la ruta de la Vuelta a la Gabardiella aún nos quedaba otra ruta de las que dejan huella. Subir a la cima del Tozal y bajar desde la misma cima con la bici. En mi caso, era la segunda ascensión y conocer el terreno facilito el que nos tomáramos la subida con calma para aguardar las duras rampas al collado de Vallemona.
Luego, un rato con la bici a cuestas y el cordal cimero que es un lujo para los sentidos. Pedalear a 2.000 metros con toda la vista del pirineo, todavía pleno de nieve, olvida las penurias del porteo de la bici al hombro.
Cima, comida y protecciones.
La bajada es ciclable al cien por cien pero obliga a ir centrado por la fuerte pendiente que enseguida te deja de nuevo en el refugio de Fenales.
Hemos bajado más de 400 metros de desnivel en apenas unos minutos y aún quedan las técnicas curvas de Guara y sus continuas losas. Javito y yo, vamos turnándonos para poder descansar siguiendo una buena rueda. El cansancio ya se nota y el chivato de la petación ya se ha encendido en mi cabeza. Llegamos a los coches tras seis horas de bici y otras tantas del día anterior.
La sonrisa delata que la foto es anterior a la subida...
Dos días buenos con Javito, Julio y Josean.
Fotos del blog de Javito: www.javitobike.blogspot.com
Tozal de Guara en BTT