Esta es la frase con la que empiezan muchas de las salidas desde el pabellón polideportivo de La Almunia, y es que esta ruta, es una de las clásicas de las tardes en las que el tiempo va justo y a uno le apetece darse una vuelta por la sierra. Se trata de una ruta que para muchos es, un antes y un después en sus comienzos beteteros. Se pasa de las vueltas por Fontellas y la maltrecha Mularroya, a descubrir el valle de Alpartir y esas cuestas que parecen nunca acabarse. Todavía en la memoria fresca de algunos socios recuerdan cuando hasta el plato pequeño y el 34 les parecía poco para subir la cuesta de la paridera y como ahora la suben sin rechistar.
El Abuelo subiendo la cuesta de la paridera
Superada la subida, la recompensa, la Plaza del Pino y el "Balcón del Amor" con sus buenas vistas del Mosomero y la Casca Alta.
Vistas del Buitre camino a la Plaza del Pino
El "Balcón del Amor", al fondo el Buitre con el barranco de Valdealagües
Vista del Valle de Alpartir y el Mosomero desde el "Balcón del Amor"
Después toca bajar y a veces nos olvidamos que es una pista transitada y que bajar a 60 km/h es mas peligroso que el paso mas técnico de la sierra.
Ya sabes si quieres conocer esta ruta solo tienes que pedir el track o mejor vente con nosotros, nunca nos cansamos de repetirla.
24 kms , 441 metros de desnivel positivo y mejores paisajes!
Efectivamente mítica donde las haya. Esta fué mi primera incursión por el valle, de la mano del abuelo. La cuesta de la paridera marcó un antes y un después en mi periplo betetero.
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